Rezagados, abstenerse

Las reservas en temporada alta implican hoy más que nunca una carrera contrarreloj, más aún luego del último verano cuando la devaluación encontró a algunos sin haber congelado sus pasajes o tarifas de hotel. Este año se afianza la importancia de comprar con antelación. “Todo lo que se pueda anticipar con respecto a un gasto en moneda dura, como un viaje al exterior, vale la pena. No tanto por el temor a un descalabro económico generalizado, sino por una tendencia devaluatoria alcista que el Gobierno convalida: la llamada devaluación por goteo. Las expectativas son que tanto el dólar oficial como el paralelo sigan subiendo y con eso devaluando el peso”, pronosticó el economista Nicolás Litvinoff, director del portal Estudinero.net. La pretensión no es caprichosa, más bien se afianza en los antecedentes que han terminado por afectar la economía de los viajeros. “Diciembre y enero siempre son meses donde la tendencia cambiaria alcista toma mayor velocidad. Por lo tanto no es descabellado encontrarnos con un dólar que esté subiendo para finales de año y con él se terminen encareciendo los paquetes turísticos”, sumó el experto en gastos personales.

Ahora bien, la pregunta enseguida emerge por sí sola ante la importancia de cerrar el destino en Primavera, ¿Convienen las playas de Brasil frente a otras opciones incluso más distantes? Los precios se han equiparado en comparación con otros años, aunque el punto diferenciador lo marcan las ofertas.

“Una vez más son los all inclusive los que dan la nota. Formatos que si bien proliferan sobre todo en el Caribe, en Brasil se promocionan algunos a precios muy competitivos. Club Med por ejemplo, que tiene tres complejos, uno en Río das Pedras, a una hora de Río de Janeiro, otro en la isla de Itaparica pegada a Salvador de Bahía y uno más en Troncoso a mitad de camino entre los dos anteriores, ofrece alojamiento con todo incluído más traslado aéreo y terrestre con un descuento del 35%, pero claro, es un precio promocional que vence en unos días”, advirtió Cristina Ragazzo, al frente de la agencia Travinter. “Es cierto que a esta altura se pueden encontrar algunas ofertas a Cancún por ejemplo, apenas u$s500 arriba que una semana en el nordeste brasileño, pero son excepciones. Está sorprendiendo Ecuador con algunas tarifas seductoras incluso con el agregado del 35% que exige Afip y pensamos que le va a disputar mucho turismo argentino a las playas de Brasil”, apostó Pabla Davico de PAD Travel.

Shopping Cerrado

Los más avezados viajeros en los últimos años supieron transformarse en “estrategas” del shopping. Sobre todo en indumentaria y tecnología, han aprovechado la compra de productos que escasean o se consiguen a muy alto costo en el país. Una vez pasada la aduana, suelen revender los artículos nuevos entre conocidos y así financian muchos de los gastos afuera. La paridad cambiaria con Brasil hoy no permite ensayar tal práctica. “El Real es una moneda que no se ha apreciado en el mediano plazo. Hoy en día hay muchas cosas de Brasil que están caras para los argentinos, cuando siempre fue al revés. Mientras el modo shopping se mantiene para Miami y Chile, en Brasil es más difícil acceder a un iPhone a un costo seductor”. “Distinta es la realidad de las artesanías, los objetos en madera siguen siendo baratos y pueden ser una alternativa de regalo”, sumó.