Estaba en crisis, la venta se frustró y ahora toca la puerta de Tribunales

La operación de venta de la siderúrgica Vulcamet se pinchó y a los gerenciadores no les quedó otra que pedir el concurso preventivo de acreedores en los Tribunales de Rosario. Si bien el expediente todavía no fue habilitado por la justicia, se anticipa que será un trámite millonario. La autopartista con planta en Luis Palacios acumula en cheques rechazados más de $14 M y suma $13,5 M en deudas a bancos y al fisco. Así y todo, la acería sigue operando al 50% de su capacidad, con su plantel de 60 empleados.

Vulcamet es la acería de la familia Censabella que surgió en 2008, tras la venta de Sipar a los brasileños. Pero su especialización le jugó una mala pasada, por la caída de la demanda de piezas de recambio del automotor. En diciembre último puso el cartel de venta y hasta llegó a firmar un preacuerdo. “Representantes locales de una empresa canadiense pretendían comenzar a producir insumos para la industria petrolera. Hace dos meses firmamos el preacuerdo  pero la operación no se concretó al parecer porque no lograron juntar los fondos necesarios para el desembolso”, le dijo a punto biz Oscar Raggio, apoderado de la firma.

“Con este panorama y sabiendo que existían pedidos de quiebra de acreedores que estaban a la espera de la venta, la empresa resolvió plantear la cesación de pagos y solicitar el concurso preventivo”, sumó Raggio. El pedido ingresó el 4 de septiembre al edificio de Balcarce y Pellegrini y ahora aguarda que se cumplimenten una serie de formalidades para que juez de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 6ª Nominación Néstor García, determine la apertura formal y se designe una sindicatura. 

Mientras tanto, en las instalaciones inauguradas en 2008 y que son de las más modernas de la región, el régimen de trabajo es normal. “Si bien en flujo de actividad ha bajado en los últimos meses, los 60 empleados continúan cumpliendo funciones y los sueldos se siguen liquidando. El único cambio es que, producto de la crisis, los salarios se pagan en cuotas a lo largo del mes”, manifestó el apoderado. “Es muy difícil que pueda reflotarse la operación con los interesados originales, de todas maneras continuamos evaluando otras propuestas”, sostuvo.

La afectación comenzó a hacerse sentir desde 2013 cuando empezaron a escasear los encargues de autopartes en un contexto marcada por el descenso de la fabricación de vehículos cero kilómetro. El rojo desde diciembre del año pasado hasta agosto de 2014 es de $14.706.884 en 763 cheques sin fondo según la base de deudores del Banco Central. En deuda bancaria el monto supera los $13,5 M destacándose un pasivo de $5,2 M con el Nuevo Banco de Santa Fe y $4,8 M con el Macro.

Con la venta frustrada la compañía continúa bajo la conducción de José Carlos Censabella, hijo de José Censabella, histórico dirigente industrial de Rosario fallecido en junio pasado. Vulcamet fue la primera planta de un loteo industrial propio desarrollado a la vera de la ruta nacional 34, en la localidad de Luis Palacios.